El enemigo
No es mortal, nuestro enemigo
conoce nuestras debilidades inseguridades y temores, nos vigila y
bombardea nuestras mentes con mentiras constantemente. Su único motivo
en este mundo es que no alcancemos la salvación y cedamos a las
tentaciones que no ofrece.
Por
eso, no debemos fiarnos que si no nos metemos con él, se alejara de
nosotros, quiere derrotarnos con estrategias y planes calculados.
Campo de batalla
Nuestra “mente” ya que nuestra batalla no es física, Efesios 6;12 “porque
nuestra luchas no es contra adversarios de carne y hueso, sino contra
poderes, contra las potestades contra los que dominan este mundo de
tinieblas, contra espíritus del mal que tienen morada en las alturas”
Nosotros
Los apartados de Dios, escogidos para
cumplir con su plan perfecto, vivimos en el mundo pero no somos parte de
él, nosotros somos los soldados que estamos en combate con el enemigo,
porque no creemos en sus mentiras, El nos ataca diariamente porque
queremos ganar almas para Dios.
Dios
Es nuestra fuerza, nuestro respaldo,
en El somos vencedores siempre, porque El ya vencido al enemigo en la
cruz y nos ha otorgado la autoridad, el poder y las armas para seguir su
ejemplo de victoria en el mundo y alcanzar así nuestra salvación.
Las Armas
Por eso como fieles soldados recibamos la orden, advertencia y esperanza del Señor para nuestra batalla. Efesios 6; 13
• Tomad la armadura de Dios, (ORDEN)
• Para que podáis resistir en el día malo, (ADVERTENCIA)
• y habiendo acabado todo estar firmes. (ESPERANZA)
Las armas con que luchamos no son humanas sino divinas y tienen poder destruir fortalezas
Arma 1 Cinturón de la Verdad
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